En 2020, según el Ministerio de Salud de la Nación, murieron más de 24.000 personas por insuficiencia cardíaca y más de 18.800 por infarto agudo de miocardio. Se trata de las principales causas de muerte por enfermedades cardiovasculares y también de los que comparten factores que desencadenan muerte súbita. En Argentina, las enfermedades cardiovasculares representan más del 30% de las muertes por año.

Cómo el cerebro puede impactar en la salud del corazón

A nivel mundial, los problemas cardíacos afectan a un elevado porcentaje de la población. Por eso cada 29 de septiembre la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial del Corazón. Se trata de una efemérides que busca concientizar sobre la importancia de prevenir este tipo de enfermedades llevando un estilo de vida saludable que incluya aspectos de alimentación, ejercitación y descanso.

Evitá consumir estos alimentos para cuidar tu corazón

La Fundación Española del Corazón recomienda evitar los alimentos ricos en grasas saturadas, trans y colesterol; por ejemplo, los lácteos enteros –que pueden reemplazarse por otros bajos en grasas–, la manteca, los embutidos, la yema de huevo, las frituras comerciales y la panadería industrial. Dentro de todo grupo de alimentos, hay algunas consideraciones a las que debería atenderse para resguardar la salud cardíaca:

Carnes y productos animales

Es perjudicial el consumo excesivo de carnes rojas altas en grasa como costillas, chorizo, morcilla, salchichas y hamburguesas industriales; las vísceras como hígado, riñón y molleja; los embutidos como salame, jamón crudo, panceta y mortadela y las carnes procesadas como patés.

Lácteos y derivados

Son perjudiciales los quesos duros y muy curados como el parmesano, gouda o provolone; así como también la manteca y crema de leche que en grandes cantidades representan un alto porcentaje de grasas. Se debe evitar también los postres con alto contenido de azúcar.

Alimentos altos en sodio

Las sopas y los caldos instantáneos tienen un elevado valor sódico. Lo mismo sucede con los snacks –como papas fritas de paquete, galletas saladas o palitos salados–, los panes industriales y facturas y la comida rápida –pizzas, hamburguesas y empanadas de cadenas de comida rápida–.

Harinas refinadas y ultraprocesados

Los panes blancos, las facturas y los bizcochos pueden ser perjudiciales para el corazón si se consumen de forma constante. También la pastelería que incluye galletas rellenas, tortas y medialunas. Un alimento que pueden tener secuelas negativas, aunque se considera sano, es el cereal azucarado.

Por último, entre los alimentos que se deben comer de forma moderada, espaciada y bajo supervisión de un especialista, están las bebidas azucaradas –gaseosas, jugos concentrados o jugos de caja–, las golosinas –chocolates con azúcar, chupetines, caramelos– y postres industriales – flanes y helados con baño de chocolate–. También se deben enviar las bebidas con alcohol como la cerveza o las que tienen cafeína.